jueves, 23 de julio de 2009

Lecturas cortas

No huía para estar solo.


No se escondía para estar aislado del resto del mundo.
No buscaba soledad.


No era cobarde.
Ni débil.


No.
Para nada.




A veces, las personas se retiran a esperar que la/s persona/s a la/s que le/s importa/n vaya/n a buscarlas. Lo malo (o bueno, según se quiera analizar) llega cuando la espera resulta ser en vano.


La espera nunca tiene sentido si nadie decide ir a su rescate...
Srta.Marta, 2009

1 comentario:

Anónimo dijo...

La soledad a veces puede ser compartida, y es ese el peor de los sentimientos.