Cuando el autobús colorado nº1 le embistió desplazándole varios metros hacia delante y dejándole empotrado al caer sobre un "renaul" modelo "tuingo", aparcado en doble fila, color morado y lleno de cagadas de paloma y mirlo, empezó a notar resbalar las gotas de lluvia mezcladas con su propia sangre por el rostro deformado por el atropello y el golpazo tras la caida.
Sólo pudo pensar, en un microsegundo antes de que su corazón se parase, antes de que su cerebro machacado dejase de funcionar, en su eterno afán de cumplir con la responsabilidad: "mierda, llueve y me he dejado la ropa tendida sin recoger".
Srta. Marta, 2009
1 comentario:
Desde luego que la responsabilidad a veces nos bloquea, a veces perdemos parte de nuestra naturalidad, de nuestro ser, por ese exceso de responsabilidad, cantemos,gritemos,bailemos,,,en resumidas cuentas VIVAMOS. (un besote Marta)
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