Cogió hilo, de ese transparente, fuerte, como de plástico (el de pescar que dicen), y lo pasó por el ojo de la aguja. Clavó la punta, pasó el hilo, sacó, volvió a clavar, a pasar, a sacar... así una y otra vez.
Cuando acabó, miró en su interior. Parecía haber quedado bien. Su alma tenía un nuevo parche, un remiendo más.
Srta.Marta, 2009
2 comentarios:
Un corazon de hilo.
p.d: te vote en tu concurso eh¡¡
de nada.
Y volvi a entrar a ver si valia engañar, pero no me dejo votar. snif
Gracias gracias gracias
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