miércoles, 3 de junio de 2009

No comments

El Senyor dijo, cuando ella en su momento le comentó que le agradaría ver algún comentario suyo en el blog, que no, que él no actuaba así, que lo suyo era algo así como:

  • una política de no comentarios en otros blogs
  • una política particular de privacidad
  • una política para pasar desaparecibido
  • una política de intimidad y de absoluta discrección virtual
  • una política de estar ahi pero no estar
  • una política de no comentar ni contestar comentarios en su propio blog sino limitarse a postear y poco más...
y ella lo aceptó claro. Era su manera de hacer las cosas, no quedaba más remedio que aguantarse y no volvió a insistir en ello, por mucha ilusión que le hiciese recibir un simple comentario suyo en el blog. Una niñería tal vez, pero a veces cosas tan simples, dicen mucho e ilusionan.


Pero un (mal/buen) día, curioseando, como siempre solía enterarse de "sus cosas", descubrió un comentario del Senyor, y para nada anónimo en el blog de otra persona, así que estaba claro que lo de él más bien era... una política discriminatoria, aplicable sólo a ella, no a los demás que al parecer, sí merecían un aunque fuese un breve comentario por parte de él en algún que otro blog...


Le hacía sentirse mal, dolida, decepcionada, engañada, incluso casi casi despreciada (con lo fuerte que suena esa palabra) y más cuando él encima había pretendido dar la vuelta a la tortilla diciendo que era ella la que había dicho que no quería que lo hiciera... parecía una niñería, algo sin importancia, pero en el fondo, decía mucho de la situación... y bueno, en realidad, estaba bien saberlo...


El día que la gente se canse de las palabras,
"a los políticos" se les va a acabar el chollo...

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