"En sociología y psicología social, la confianza es la creencia en que una persona o grupo será capaz y deseará actuar de manera adecuada en una determinada situación y pensamientos. La confianza se verá más o menos reforzada en función de las acciones".-fuente, la wiki.
En esta vida, si lo analizamos un poco, la confianza es una cuestión en la que estamos inmersos a diario: la confianza/desconfianza en los otros y en nosotros mismos, la pareja, los amigos, la gente que nos presta servicios, los compañeros de trabajo, el gobierno, etc.
La confianza es un pensamiento positivo. Si confiamos en nosotros mismos, nuestra autoestima se verá reforzada y seremos más fuertes. Si confiamos en los demás, nos creamos un círculo de seguridad en el que nos envolvemos. Por supuesto y como es lógico todo esto se ve condicionado por experiencias anteriores y por las acciones que lleven a cabo (como dice la wiki).
Hablando ahora de mí, decir que siempre he sido desconfiada pero sí es cierto que experiencias anteriores me hacen serlo más, tomar más precauciones (no me refiero sólo a un posible daño físico), andar "a la defensiva" y creerme pocas cosas hasta que no me las demuestran.
La confianza se gana, con mucho trabajo (la gente confiará en nosotros y nosotros en los demás a medida que se compruebe que nadie resulta defraudado) y mucha sinceridad y se pierde con una facilidad pasmosa y una vez perdida, es muy difícil que vuelva a recuperarse en las mismas condiciones de idoneidad.
No podemos pretender que todo el mundo se fíe de nosotros y los demás, viceversa.
Entiendo cuando alguien se "molesta" porque nota en mí cierto recelo, cierta desconfianza... a mí también me molesta pero comprendo también que hay que ser prudente y es difícil encontrar gente "legal" y "verdadera" en la vida en general, lamentablemente.
La desconfianza es madre de la seguridad.
Aristófanes (444 AC-385 AC)
A Aristófanes no le faltaba razón en realidad... Todos hemos desconfiado alguna vez y en realidad es algo "sano", es un estupendo mecanismo de defensa, porque no podemos confiar en todo el mundo. Lo problemático es cuando no confiamos en nadie, cuando estamos alerta contínuamente, cuando creemos que todo el mundo nos engaña, que todos quieren aprovecharse de nosotros. Esa desconfianza enfermiza creará dolor, incertidumbre crónica y se carga cualquier posibilidad de relación sana y constructiva con los demás.
Ahora, llevándolo al terreno "personal", cuando conozco a alguien intento no ser superficial, intrascendente, pero suelo serlo hasta que va surgiendo esa confianza. Muestro como soy hasta cierto punto claro y si va surgiendo un mayor interés, voy relajándome en función que voy conociendo a esa persona, que va cumpliendo ciertas "expectativas"... y entonces das paso a una mayor intimidad.
Y es normal, precisas confianza absoluta (o casi) en que esa persona no te dañará, no te tomará el pelo, no te dejará tirada a la primera de cambio: me respetará, en conclusión y no traicionará la confianza que ponga en esa peresona.
Pero a veces sucede que aparece alguien "para algo más" (amistad y...) y aún a riesgo de equivocarte... deseas confiar y lanzarte. Porque te ha entrado por el ojito bueno y parece ser muy interesante... porque despierta cosas en tí que hacía mucho que no surgían... porque sin proponérselo, te recuerda "lo que eres"... Entonces, ¿quién podrá más?... personalmente, a pesar de ser como soy, un bicho tremendamente desconfiado, creo que a veces merece la pena arriesgar. De todo palo se recupera uno y en caso de miedo a ese riesgo, podemos perdernos muchas cosas interesantes que añadir a nuestra existencia. Tan sólo es mi opinión...
Srta.Marta, 2007
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