suena la sirena
y nadie
corre a los refugios
caminan
hacia el pan
sin la piedad
necesaria
un latido de tormenta
se amansa
en la sangre
extraviada
y las cosechas perdidas
y la mortandad de sus bestias
y la sangre de las guerras que no comprendieron
y
el dolor por sus muertos
y por sus vidas
bajo los viejos puentes
los hombres hablan solos
ya no hablan con otros hombres
pronto callarán
un cielo sin anzuelo
silba su canción de óxido
veinte poemas para ser leídos en un transporte público privatizado, de Gustavo Prego (Buenos Aires, julio 2000)
"Europa", Mónica Naranjo (Tarántula, 2008)
No hay comentarios:
Publicar un comentario