martes, 14 de abril de 2009

Situaciones ideales?

Poliamor: ¿Es posible amar a dos o más personas a la vez?

“La práctica, estado o habilidad para tener más de una relación amorosa, sexual, simultánea, con el pleno conocimiento y consentimiento de todos los amores involucrados.”
Este término no se aplica para meras relaciones sexuales casuales, orgías anónimas, pernoctas, amoríos, monogamia u otras definiciones populares de intercambio de pareja (“swinging” en inglés).


El "poliamor" tiene como valores -o ideales- la lealtad más que la fidelidad, así como la confianza, la honestidad, la dignidad, el respeto, la comunicación, la negociación y el establecimiento de una relación no posesiva.


La poliamoría trata de relaciones íntimas estables, de relaciones emocionalmente comprometidas mas que de sexo casual. El intercambio de pareja se define como una actividad sexual recreativa, también llamado deporte sexual donde dos parejas o participantes acuerdan tener sexo con la pareja del otro (intercambio) pero sin involucrar amor o afecto. Por eso, generalmente, los poliamorosos tienen una visión distinta a los intercambiadores de pareja, sin embargo, no existe una línea divisoria específica y algunos poliamorosos aceptan el intercambio de pareja en sus propias vidas. Así también sabemos que algunas relaciones de intercambio de pareja han trascendido a relaciones de poliamoría. Los intercambiadores de pareja tienen su propia organización y generalmente se agrupan en clubes sociales. Aunque la poliamoría y el intercambio de pareja son distintos en sus principios, ambos coinciden en ser formas alternativas de relación sexual.


Hasta donde sabemos, el intercambio de pareja no involucra “engaño” pero, a diferencia del poliamor, no implica enamoramiento con sus relaciones externas. Sin embargo, al hablar con algunos activistas de esta corriente hemos sabido que muchos de los intercambiadores de pareja llegan a involucrarse estrechamente con sus múltiples amantes, y a ser amigos y amantes regulares. Algunas personas pueden describirse como poliamorosos aún manteniendo relaciones exclusivas, al mantener lazos afectivos con más de una persona.


Algunas formas de poliamor definidas son las siguientes:


  • Polifidelidad. Involucra múltiples relaciones románticas donde el contacto sexual se restringe a los miembros específicos del grupo.
  • Relaciones jerárquicas. Distingue entre relación “primaria” y “secundaria” (La mayoría de matrimonios abiertos). “Primaria/ secundaria” es una de las más comunes configuraciones de relaciones poliamorosas. En una relación primaria/ secundaria, una persona tiene una relación “primaria” (o posiblemente más de una relación primaria), la cual es una relación cercana, interconectada como la de un esposo o esposa; y, una o más relaciones “secundarias”, las cuales pueden ser relaciones románticas, que típicamente tienen menores expectativas con respecto a participación de bienes, expectativas, intimidad emocional, o alguna combinación de estas. En el modelo primario/ secundario, la pareja principal puede tener ciertos derechos y privilegios (tales como cohabitación, hipoteca compartida, cuidados infantiles, y demás) que no son posibles con los secundarios. No cualquiera está preparado para ser secundario. Algunas veces, los secundarios no pueden esperar que las relaciones satisfagan todas sus necesidades; su papel puede estar circunscrito por ciertas reglas diseñadas para proteger la seguridad de la relación primaria.
  • Poligamia Donde una persona se casa con varios esposos (poliandria) o varias esposas (poliginia), los cuales pueden o no estar casados o mantener relaciones entre sí.
    Relación grupal y
    matrimonio grupal. Donde se considera que todos los miembros están igualmente asociados unos entre otros.
  • Redes de relaciones conexas. Donde cada persona puede tener varias relaciones, en diversos grados de importancia, con varias personas.
    Relaciones mono-poliamorosas. Donde uno de los integrantes es monógamo pero acepta que el otro sostenga relaciones externas.
La mayoría de los monógamos definen la fidelidad como "el compromiso con un sólo amor exclusivo, prohibiéndose mutuamente tener relaciones sexuales o amorosas con otras personas durante dicho compromiso". Por su parte, la mayoría de los poliamorosos definen la fidelidad como "el ser honesto con sus amores respecto a sus relaciones, adhiriéndose a los compromisos establecidos con cada uno de ellos".


La mayoría de los poliamorosos resalta la importancia del respeto y la comunicación con todos sus amores. Guardar información –aún en un acuerdo de "si no hay pregunta, no digas nada"– parece algo engañoso, ya que la persona difícilmente puede manejar la verdad o confianza ante sus amores. El amor debe aceptarse como parte de la vida de la persona, más que alguien relegado.

Relación abierta
denota una relación (usualmente entre dos personas) donde los participantes son libres de tener otros amores; cuando dichas personas están casadas, se denomina matrimonio abierto.
La "relación abierta" y el "poliamor" son términos diferentes.
Algunas relaciones ponen restricciones estrictas para sus miembros (Por ejemplo: la
polifidelidad); tales relaciones son poliamorosas, pero no son abiertas.
Algunas relaciones permiten sexo fuera de la relación primaria, pero no amor o romance; tales relaciones son abiertas pero no poliamorosas.
Algunos poliamorosos no ven dicotomías entre “relacionados y no relacionados”, entre “amores y no amores”; sin estas divisiones, pierde sentido clasificar las relaciones como abiertas o cerradas.
El término “relación abierta” es comúnmente usado por personas que desconocen el término "poliamor", pues existen puntos en común entre los dos términos.


Y qué pasa con los celos?
La idea que no debe haber ningún deseo por una relación íntima o sexual con otro cuando hay verdadero amor, se basa en el modelo del amor sagrado, de una totalidad ideal donde la pareja es el satisfactor absoluto y su único poseedor. Se piensa que si una persona tiene deseo por otra relación, es incapaz de amar, y su relación es despreciable, pues cambia el amor sublime que se creía tener por sexo u otra cosa mundana. Vemos así que el problema no esta en el amor, sino en la esperaza de encontrar en la pareja un satisfactor absoluto, lo cual es algo improbable, al considerar que los satisfactores no son un hecho, sino un producto conjunto.
La idea que cuando hay deseo de una relación íntima o sexual con otra persona me despoja del amor que tenía, se basa en el modelo de amor como objeto limitado e indivisible y del sentido de posesión exclusiva. Es imposible pensar que el amor se tenga que dividir entre cada uno de los hijos o los padres. Nuestra experiencia dice que es posible amar a todos nuestros hijos o nuestros padres, claro con diferencias, pues la interacción es distinta e incomparable, ofreciéndonos diferentes experiencias. Es preferible considerar al amor como un regalo o producto de nuestras interacciones personales y que recreamos conjuntamente, más que como un objeto limitado que nos dan o que nos quitan.
La idea que cuando hay deseo en mi pareja de una relación íntima o sexual con otra persona es por que no soy buen amante con ella, se basa en el modelo de amor con la sola y única persona en el planeta. Esta idea subestima nuestra persona, y nuestra capacidad de amar o de sexualidad en esas condiciones, o de encontrar por igual otras relaciones que puedan aportar otros aspectos de enriquecimiento.

Los celos propios de las personas partidarias de la monogamia -además de proceder del instinto más básico de perpetuación de nuestros genes- se justifican por el hecho de que efectivamente en las relaciones monógamas, si bien se mantienen relaciones simultáneas clandestinamente, es muy frecuente que al cabo de un tiempo una de las parejas sea abandonada y reemplazada por la otra.
Nadie es inmune a los celos, por supuesto. Es como ser inmune al miedo o el hambre o el enojo. Algunas personas son naturalmente más celosas que otras, por su puesto, pero cualquiera puede sentir celos. Los celos, tal como el miedo o el hambre, son simplemente sentimientos. Pero realmente el celo no es una reacción a ver a tu pareja con alguien más. Es una reacción a tus propios sentimientos; habla más de tu propia seguridad o inseguridad que de las acciones de tu pareja.
Por su parte, los poliamorosos convencidos no temen ser abandonados por el hecho de que el ser amado ame a otras personas. Esto no quiere decir que en el poliamor no se presenten conflictos, enfriamiento del amor y rupturas, pero se asume que los motivos de la separación provienen de la propia relación y no de relaciones ajenas. Así, vemos cómo en la monogamia el mandato que pretende velar por el mantenimiento de la relación ("te prohíbo amar a otra persona"), muchas veces se convierte en el motivo de su ruptura.
En contraposición, en el poliamor el respeto a la libertad ("puedes amar a todas aquellas personas que despierten en ti el sentimiento amoroso") genera felicidad y la felicidad se revierte en un mayor amor hacia la persona que consiente esa libertad. En la práctica, muchos poliamorosos han testimoniado cómo su ser amado (léase "uno de sus seres amados") se torna aún más amoroso con ellos después de haber compartido con otro(s) amante(s), dado que a través de todas sus experiencias se va enriqueciendo como amante y como persona.


Cuando me siento seguro en mi relación no hay lugar para el celo, y tengo por el contrario, sentimientos afectivos positivos. Cuando siento que mi relación o mi amor o mi felicidad es amenazada puedo sentir inseguridad, tristeza, temor, desprecio o enojo. El celo es un síntoma del problema. Resulta necesario explorar en la mente las raíces de esos flujos sentimentales para conocer sus orígenes. Si por ejemplo, la persona encuentra que la raíz del celo está en cierto temor, deberá acercarse a sus causas, preguntarse para qué le sirve, si obedecen a un interés legítimo, tal vez pudiera estar previniendo de algún problema real en la relación, o sólo sirve a si mismo, un temor sin razón que se alivia al esclarecerlo; algunas otras se apoya en falsas creencias (como hemos visto) que podemos esclarecer y reconsiderar; en otras ocasiones es necesario buscar alguna forma de equilibrio, promoviendo por ejemplo, dinamismos antagónicos que brinden seguridad y fortaleza. Esta búsqueda personal puede encontrar en la comunicación con las partes involucradas un auxilio fundamental.
Por su naturaleza externa, un aspecto fundamental en las relaciones poliamorosas consiste en llevar a todos los involucrados a manifestar mutuamente seguridad, aprecio, cariño y confianza, lo cual es posible si por igual internamente la persona desarrolla o manifiesta esas mismas cualidades. Si aceptamos que la expansión de las relaciones también expande el amor, incrementando su abundancia y nuestra capacidad de coproducirlo en beneficio de todos, cuando las relaciones se cultivan con honestidad y responsabilidad bajo el acuerdo y consentimiento de todas las partes. Bajo estas condiciones, los factores externos que parecían ser la causa del celo, son superados en parte por el apoyo y satisfacción que ellos mismos brindan, esto es, por los integrantes del grupo poliamoroso.

tomado de fuentes varias por la red

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