Por mucho que se empeñase, era como era, era lo que era. Por fuerte que luchase contra sí misma para ocultar, enterrar, olvidar esa parte de sí misma, no podía.
Se autoengañaba diciéndose que era cuestión de tiempo, que lo cura todo como dicen, que se terminaría olvidando y todo sería una mera etapa en su vida... pero qué va...
Es que si naces rubia, eres rubia y por mucho que te tiñas de otro color, te cortes el pelo o incluso te lo rapes, vuelve a nacer rubia...
Pero seguía empeñada en dejar de lado todo eso. Le facilitaba la labor la circunstancia en la que se veía inmersa desde hacía unos meses, que le había hecho ver que se vería, ¿cómo decirlo?... "incapacitada" para vivirla al 100x100 y eso, en cierto modo "consolaba" pero a la vez, la iba comiendo por dentro porque no veía justo porder ser "rechazada" por ello... una persona coja no deja de ser persona por tener esa minusvalía ¿no? por lo tanto, ¿porqué esas limitaciones suyas iban a suponer que fuese "menos" lo que sentía que era y poder demostrarlo? No le parecía justo. No. Y sufría.
Intentar vivir esa manera de ser no había sido fácil ni le había traido demasiada felicidad, más bien al contrario, pero alejarse de ello tampoco era la panacea... algo más tranquila estaba, eso era cierto, pero la cuestión era ¿cuánto duraría? y lo que era más importante, ¿realmente lograría su objetivo?
Esperaba que la respuesta final fuese un SI rotundo.`
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nota: (ni era rubia, ni estaba coja)
Srta.Marta, 2009
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