lunes, 6 de abril de 2009

Elucubraciones

Era consciente de que si le ocurriese algo algún día, nadie iba a marcar su número para comunicárselo. Ella se quedaría esperando una llamada, un correo, una agradable visita sorpresa tal vez... una comunicación sobre lo ocurrido, que jamás llegaría... y... ¿cuánto tiempo esperaría que volviese a haber noticias? ¿cómo reaccionaría ante su silencio repentino? ¿Qué pensaría ella, en su mente incapaz de estar inactiva ni un momento, con sus vueltas y vueltas a todo, que habría tenido un accidente, que su mujer le habría pillado, que simplemente, había decidido que era la mejor manera de terminar, la más conveniente? ¿Marcaría su número una y otra vez esperando encontrar su voz al otro lado?
Ella era, en su vida, como un producto de su imaginación, alguien de quien sólo él conocía su existencia o si había comentado de su relación a alguien, realmente sería como una idea para los demás. En su vida, en la práctica, sólo existía en su realidad.
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Y ella... si a ella le pasaba algo... ¿ocurriría lo mismo? Si cayese enferma sabía que tendría noticias antes o después por su parte, eso lo tenía claro (ahora se acercaban fechas de una situación así) pero ¿y si fuese algo peor?... ¿alguien se acordaría de él? Tal vez sí, lo hiciesen, pero no tendrían los medios para contactar ya que a pesar de que ella sí había hablado de él a algunas personas, lógicamente su teléfono con la agenda tal vez quedaría apagado y no sabrían... no...
él tampoco se enteraría, también llegaría el silencio repentino... y... ¿cómo reaccionaría? ¿dejaría pasar el tiempo sin más, como si nada, esperando noticias? ¿Marcaría su número esperando que ella contestase algún día?
Y pensaba... ahora que iba a ser hospitalizada, que esas fechas se acercaban... ¿debía visitarla? Se preguntaba... ¿Debía ir? ¿Quería ir? ¿su relación "X" incluía/debía incluir ese aspecto, a pesar de saber a ciencia cierta de que su visita no sería un problema para el entorno más cercano de ella?
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¿y si el silencio repentino no se debiese a algo inesperado, sino que, sin más, fuese un adiós mudo, sin explicaciones, sin más razón aparente que la de no querer verse nunca más?
3


¿cuando empezarían a dejar de desearse?
¿cuándo empezarían a olvidarse?
¿tardarían mucho en ser una mera anécdota en sus recuerdos?
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Realmente, ¿eran lo suficientemente importantes el uno para el otro como para llegar a plantearse todo esto? ¿Existían en realidad?
Srta.Marta, abril 2009

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