viernes, 4 de septiembre de 2009

Cambiando de clase social

Me llama mi mejor amiga para preguntarme qué tal.
También a su puerta llama la crisis con insistencia: el marido hace meses que no firma ningún proyecto- y por lo tanto, no hace caja-, y a ella pronto se le acabará el subsidio de desempleo. En el último trimestre se han ido comiendo los ahorros que tenían.

Mientras, en la televisión no dejan de pasar anuncios en los que nos dicen que las marcas son buenas, para que dejemos de comprar marcas blancas. Es como si los anunciantes- por no hablar de los políticos-, no quisieran ver la realidad: si compramos marcas blancas no es porque no nos guste la calidad, sino porque el dinero ya no nos da para comer como antes o porque, simple y llanamente, ya no tenemos dinero; ya no formamos parte de esa clase social que puede hacer la compra sin detenerse dos o tres minutos ante cada producto comparando precios.

Y según todas las previsiones- excepto las del Gobierno-, las cosas irán a peor.
Pero no perdamos el optimismo. Mi abuela sobrevivió a una guerra, se quedó viuda joven con cuatro hijos y sin dinero ni formación alguna, y ahí está, con 97 años, vivita y coleando, viendo cómo sus nietos- que sí hemos tenido acceso a una educación- pelean para ganarse el pan.
Siempre ha habido crisis, siempre ha habido problemas económicos, siempre ha habido gente que, luchando, ha salido adelante.

VISTO EN: http://proscritosblog.com/2009/09/03/cambiando-de-clase-social/

2 comentarios:

Who dijo...

Cierto es que la realidad se impone sin que nosotros podamos modificarla sustancialmente, pero no es menos cierto reconocer que la actitud con la cual afrontamos las situaciones, y la crisis económica no deja de ser una circunstancia más en la vida de una persona, depende de nosotros y sobre todo de toda nuestra trayectoria vital, ese bagaje que nos dará la medida de las posibilidades que tenemos ante cada problema.
Menos quejarse y más actuar en positivo, las oportunidades están siempre para los que mejor sepan leer la vida.
Besos, Who.

vidimus dijo...

Las crisis van y vienen. La última fue hace unos 15 años. Lo que pasa es que la mayoría de la gente ya no se acordaba de lo que era y nos hemos acostumbrado a comprar muchas cosas y a tener de todo. Las cosas importantes, las de verdad, llevan años a precios prohibitivos y aquí no ha pasado nada. Lo único diferente es que ahora nos damos cuenta del mundo en el que vivimos y del consumismo que nos consume. En mi caso, estoy casi igual que antes de la crisis. "Ventajas" de ser un pariah social a los ojos de los "triunfadores" que me rodean.