Srta.Marta, 24-05-2008
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Cuando él se fue, ella se quedó adormilada, exhausta, escuchando la música que les había acompañado minutos antes y le sentía acariciándo su cuerpo como hacía un momento, sus dedos apartando el cabello del rostro de ella, tan dulce, tan tierno y la vez tan duro hurgando en su interior, sus manos penetrando su sexo con esa mezcla de rudeza y suavidad... despertó de esa especie de ensoñación y se puso a escribir, como si se lo contase a él, pero sin saber si realmente algún día le dejaría leer esas líneas... hacía mucho que no se sentía así y necesitaba plasmarlo todo:
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"Nuestra intimidad ha aumentado de manera sustancial en unas horas, confirmándome que puedo seguir siendo fiel a mis instintos. Me dejo llevar a su mundo entrando sin vacilar y le abro las puertas del mío.
Me aprieta.
Me muerde.
Me acaricia.
Me hace tumbarme boca arriba y abrir las piernas... ahora boca abajo, ahora a cuatro patas... hurga en mí... siento mi cuerpo convulso, febril.
Se apodera de mí.
Su presencia me excita en cuerpo y mente, por eso me tiene. Mi sexo palpita y mi mente se enciende.
Su naturaleza, inquieta, salvaje... me gusta. Tiene poder para follarme, para invadirme, para seducirme, para hacerme crecer y volar, para sorprenderme, desatarme y calmarme.
Sus caricias y sus palabras, su mirada en mí, hacen que se erice mi vello. Su forma de ser, armoniza con la mía, somos dos fuerzas imponentes, dos tempestades...
Su mirada azul me atrae, como el insecto acude hipnotizado a la luz azulada de la parrilla eléctrica que acabará con su vida, achicharrándole... pero sé que él me hará arder y que nunca me hará daño. Me siento protegida. Me hace encontrar cosas nuevas, me muestra el camino, en mí misma y a mi alrededor. Me deja paralizada cuando consigue en mí lo que nunca antes nadie logró: me deshago en sus manos, que hurgan en mi interior, me convierto en manantial que se derrama para él en un orgasmo increíble que jamás creí que fuese a alcanzar... y sus manos recogen el líquido aún templado y lo vierten sober mi vientre, empapándome... y no es un orgasmo sólo físico.
Encerrada siempre en mí misma, independiente, solitaria, en pocas ocasiones me abro casi al completo a otro ser y esta es una de ellas porque me proporciona, sorprendentemente, algo más que experiencias sensuales: mueve mi mente.
Me siento invadida cuando me mira. Estoy pendiente cuando me habla, sus palabras, cada posible cambio en su tono de voz... como una alumna deslumbrada por un sabio maestro en su discurso.
En la vorágine de amantes que me ha acompañado él me sorprende, me estremece, haciendo que nos una algo más que lo sensual, que lo físico. Desde que se ha incorporado a mi vida, a mis experiencias, me siento más puta, más viva, más dinámica e inquieta mentalmente... quiero beber de él, de su cuerpo, de su experiencia, de sus conocimientos, de su mente. Ansiosa por conocer todo lo que alberga y desea compartir conmigo.
Y se sorprende cuando le hablo de todo esto. No se cree especial ni cree hacer nada extraordinario para que yo sienta estas cosas... y tal vez sea así, no lo haga pero... es él. Existe esa quimica suficiente entre nosotros para haber creado un lazo desde el primer instante, tan sólo con vernos.
Me gusta escucharle hablar de mi vello erizándose al roce de sus dedos, de cómo se curva mi espalda con sus caricias, de cómo me estremezco y me humedezco cuando muerde mi cuello... sus palabras caen sobre mí y las absorbo, me empapo en ellas.
Me levanto de la cama y me mira, pregunto descarada "¿Qué?" y mirándome tan sólo responde: "Me gusta como andas", y me río, casi me ruborizo.
Que idiota.
Que niña... niña ansiosa por aprender, que le encantan las sorpresas, que él la enseñe, que la dirija... Pero... siempre hay un "pero" conmigo, debo reconocerlo: no confío plenamente en él y no sé si lograré que así sea... y también me da algo de miedo, me hace perder el control en cierta manera y a veces, sus ojos, se muestran frios y duros... es más fuerte que yo por eso me atrae tanto y deseo compartir muchas cosas, muchos momentos, vivencias, experiencias, conocimientos... pero no quiero sentirme entregada al completo".
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Ya no tienen esto... y le fastidia pero sabe que es la evolución lógica en este tipo de relaciones tan intensas desde el primer momento: se desgastan rápido y aunque los encuentros que mantienen puedan ser salvajes, son muy escasos y cortos y ella ya no se siente así... ya no le siente así... y es consciente de que no ya volverá a sentirlo nunca más con él.
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