Y arribó listo para tomar sin daño, la cruz que he cargado por años, pero las palabras llegaron lentas de aquellos fríos y mudos labios.
¿Cómo sonaban mis palabras lentas y plenas, en aquel gran corazón que me amó en la pena, venido a salvarme del odio y el dolor y a confortarme con su delicado amor?
Sentí al viento golpeando frío, gélido, y a la bruma roja acariciar la puerta; sentí que el hechizo que sostenía mi aliento se quebraba, viviendo siempre muerta.
Elizabeth Eleanor Siddal (1829-1862)
1 comentario:
Creí que era un párrafo de una novela de Anne Rice y alguna de sus crónicas vampíricas. Es lo que tiene dejarse influenciar por el título y las imágenes.
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