No te muevas, quiero recordarte siempre así.
Tal y como estás ahora. Exactamente igual.
Quiero hacer durar lo que no es duradero
y guardar este momento en el recuerdo
para poder verlo como ahora lo veo,
dentro de cien años,
como si el tiempo se hubiera olvidado
de latir en el reloj.
Bien guardado entre mis manos,
protegido en mi calor,
escondido del olvido, del final y del adiós,
lo tendré allí para poder mirarlo cada vez
que haya un día de esos
en que nunca para de llover.
-texto e imagen: Pedro Andrea-
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