lunes, 19 de octubre de 2009

Anónimo


No sé cómo dejar huellas.
No puedo.
Piso fuerte en la arena,
y el viento sublime me
borra.

Ahora no sé si soy.
Marco con mis manos
muchos rostros,
delineo labios,
palpo mejillas,
olfateo desconcertada
todos los aromas.
No distingo los olores tibios
del mañana.



Telaraña de hilos
finísimos
me arropan.

Arrastro un cuerpo
con cadenas de tiempos
olvidados.



Te escucho a lo lejos,
y recurro a la esclavitud
del amor
en busca de serenidad.
fuente: encontrado por internet,
no ví autor/a

3 comentarios:

vidimus dijo...

Lo cierto es que no entiendo muy bien el poema y lo que quiere decir.

Las fotos en cambio sí que me gustan. ¿También son anónimas?

Srta.Marta dijo...

creo que es de esos textos que puedes interpretar como te apetezca... yo tengo mi propia interpretación y me pega muchísimo, vamos, que podría haberlo escrito yo... Las estupendas fotos son de alguna página de fotografía, flickr o similar, no sé de quién, pero amateur, eso sí.

Cabra Montesa dijo...

al igual que vidimus, yo tambien me quedo con la otra poesía.
La más visual,
la que sugiere ternura,
la que sugiere calor,
la que sugiere cariño,
la que sugiere pasión,
la que incita al pecado de coger sin preguntar,
la que proboca el deseo de apretar y acariciar,
cuantas emociones en cuatro intantaneas,
cuantos instantes y que grata sensación...