En el fondo sabía que sin abrir la boca
(para decir según qué cosas),
"estaba más guapa"...
Toda la vida siendo una bocazas, no aprendía.
Pero por otro lado,
tal vez era "el destino" y no lo podía controlar
(el consuelo de los tontos, vamos).
Srta. Marta, 2009
2 comentarios:
Si lo es, lo es, y punto.
Hay que aprender a quererla así.
Un besiño, Srta.
Yo he perdido este fin de semana una gran ocasión para haberme callado. Y no lo hice. En mi caso no fue cosa del destino precisamente.
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