Anestesiada.
Sentía que su vida había pasado bajo los efectos de algún tipo de sedante, de anestesia general y que esos recuerdos de vivencias "extraordinarias" en realidad no eran más que sueños, alucinaciones producidas por el fármaco.
Y quería despertar de ese letargo infinito.
Empezaba a sentir que todo se transformaba en una eterna pesadilla.
Srta. Marta, oct 2009
2 comentarios:
Yo me he tirado así muchos años de mi vida. Espero que no sea contagioso, y espero de corazón que no sea tu caso.
Un abrazo guapa.
lo ha sido y sigue siéndolo demasiadas veces querida Nana... a ver si me espabilo y sigo con el otro blog, que este sigo sin poder acceder... no sé qué narices ha pasado con mis claves que no van y no me las restablecen
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